3. La profesión médica ante la contracepción: del rechazo a la aceptación

Resumen: Capítulo III.

La profesión médica ante la contracepción: del rechazo a la aceptación

1. Introducción: El desprecio institucional de la contracepción

En general, y hasta bien avanzado el siglo XX, la medicina institucional adoptó una actitud negativa frente a la contracepción. En contraste con el rechazo de la mayoría de los médicos, se fue extendiendo entre el público general, especialmente pudiente, la práctica de los métodos contraceptivos. La expansión del control de la concepción favoreció la producción y comercio lucrativo de agentes contraceptivos (algunos ineficaces y potencialmente nocivos).

Avanzados los años 1930s, la importancia social y económica de la contracepción obligaron a la medicina organizada a prestarle atención. Casi de la noche a la mañana, pasó a ser una actividad exclusivamente médica.

2. La compleja historia del rechazo: de 1912 a 1937

En el primer tercio del siglo XX a ninguna institución médica le inquietó la posibilidad de modificar su postura oficial de rechazo de la contracepción. El activismo del control de la concepción consistió en captar a destacadas figuras de la medicina. Pero la resistencia de la medicina institucional a la contracepción persistía en 1924.

Primeras fisuras en el bloque

A mediados de los años 1920s, comenzaron a aparecer grietas en el rechazo institucional de la contracepción. El más importante provocado por el feminismo contraceptivo. Su instrumento de propaganda fue un periódico clandestino titulado ‘The Woman Rebel’, que tuvo una vida corta. A partir de 1918, este movimiento se centró en atraer a los médicos para la ‘causa’, para lograr la legitimación social del movimiento del control de los nacimientos. ‘The Woman Rebel’ fue sustituido por la ‘Birth Control Review’, más formal y académico. Pero los médicos siguieron reacios. Lo que acabo facilitando la aceptación médica fue la actitud de completo rechazo del aborto no-terapéutico. La contracepción se veía con el valor “ético” de ser un eficaz freno al aborto.

La AMA responde a la presión

Desde mediados los años 1920s empezaron a debatirse en las sesiones anuales de la AMA algunas peticiones que sus miembros dirigían a la Cámara de Delegados instándoles a asumir un papel activo a favor (y, ocasionalmente, en contra) de la regulación legal y profesional de la contracepción.

En una primera etapa, los dirigentes de la AMA repelían las iniciativas presentadas. Al final, transfirieron la responsabilidad al Comité para el Estudio de la Contracepción y siguieron sumisamente sus pasos: del rechazo a la aceptación. En la sesión de 1932, en Nueva Orleáns, se introdujo una moción pidiendo la creación, en el seno de la AMA, de un comité para estudiar el control de los nacimientos. Tras ser rechazada, la moción fue reiterada en varias ocasiones con una significativa cautela: la creación del comité no podría interpretarse como un respaldo de la AMA a la contracepción.

En 1934 persistió la postura de rechazo institucional de la AMA ante el control de los nacimientos, aunque aparecieron signos de ambigüedad y la Birth Control Review, elogió la acción de la AMA.

La transición de 1935 a 1937

En la sesión de 1935, en Atlantic City, se tomó al fin la decisión de crear un comité para estudiar la contracepción. La Junta Directiva respondió con esa medida a la intensa presión recibida.

En la sesión de 1936, en Kansas City, el Comité de Estudio de las Prácticas Contraceptivas y Problemas Relacionados presentó un informe que desaprobaba, en general, la contracepción. Después de prestar atención a los aspectos demográficos, eugenésicos, económicos, morales y médicos de la contracepción, las recomendaciones de la resolución fueron tres: (1) Dado el carácter incompleto del Informe, se prorrogará el trabajo del Comité para volver a informar a la Cámara; (2) Constituir un grupo para desarrollar criterios de evaluación de contraceptivos; (3) Repudiar la propaganda dirigida al público por organismos no-médicos.

El Comité de Referencia para la Sesión Ejecutiva no aprobó la segunda recomendación por estimar que no se tiene conocimiento suficiente sobre el asunto y por entender que la desautorización de ciertos productos contraceptivos podría, por inferencia, significar la aprobación de otros. La resolución en general recibió duras críticas de parte de la American Birth Control League

3. La resolución de 1937

La aprobación del Informe del Comité de Estudio de las Prácticas Contraceptivas y Problemas Relacionados por la Cámara de Delegados de la Sesión de la AMA celebrada en Atlantic City en 1937 derogó el rechazo a la contracepción que la Asociación había mantenido, para instaurar en su lugar una actitud nueva de apoyo al control de los nacimientos.

El documento de 1937 es prácticamente un escrito nuevo en su totalidad, diferente en contenido y conclusiones con su homónimo de 1936. Concluye con tres recomendaciones: (1) Que la AMA deje claro a los médicos sus derechos legales relativos al uso de contraceptivos. (2) Que la AMA emprenda la investigación de los materiales para la prevención de la concepción, a fin de evaluar sus propiedades; y que publique los resultados para así informar a la profesión. (3) Que se pida al Consejo de Educación Médica y Hospitales de la AMA la promoción de la enseñanza de los diversos factores de fertilidad y esterilidad. El Informe fue presentado a la Cámara de Delegados por el Comité Ejecutivo de Referencia, y avalado tras incorporar modificaciones.

4. ¿Qué pasó con la resolución de 1937?

En contra de lo que proclamaron los activistas del control de los nacimientos, la Resolución de Atlantic City era un documento provisional, que, para llegar a hacerse una norma efectiva, requería que la AMA cumpliera determinados encargos. Pero, las tres recomendaciones fueron escasamente cumplidas.

La comparación de la Resolución de 1937, con la de 1936, lleva a la pregunta acerca de las razones detrás del cambio. El silencio del Comité de 1937 sobre los motivos que le llevaron al cambio provocó especulaciones sobre la existencia de presiones.

El Informe de 1936 contenía una minúscula sección dedicada a “Consideraciones morales”. El informe de 1937 no ofrece ninguna justificación ética del cambio radical que introdujo.

 

DE LOS ORÍGENES DE LA CONTRACEPCIÓN A LA HUMANAE VITAE: ALGUNOS EPISODIOS SILENCIADOS

Autor: Gonzalo Herranz, Universidad de Navarra. Email: [email protected]

 

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